Teorías y estudios científicos recientes sostienen que la demanda de agua del arándano depende de la zona en la que sea cultivado, así como de la edad del huerto y la densidad de plantas que tenga el terreno.
Un punto a tomar en cuenta, citado por la revista Del Campo, sostiene que se necesitan entre 6.000 y 10.000 m3/ ha. del recurso hídrico. ¿Y qué ocurre cuando se plantan arándanos en zonas donde las precipitaciones son un poco más constantes? Tal es el caso de la zona sur de Chile, donde la demanda podría disminuir hasta en 4.000 m3/ha de agua, factor que dependerá del registro de agua caída.
Si se revisan los huertos en las zonas norte y centro del país, la cifra promedio de la necesidad de riego se estima en 6.000 m3/ha, esto, de acuerdo con estudios científicos, porque existe una mayor tasa radiactiva y, por tanto, una mayor evapotranspiración.
El goteo ha sido descrito por varios especialistas como el sistema ideal para el riego de los arándanos, pues se adapta a la ubicación de las raíces y permite controlar la cantidad de agua que ingresa en las zonas superficial e intermedia del suelo.
En ese sentido, lo ideal es, entonces, instalar goteros en líneas dobles en cada hilera de la plantación, de modo que se logre una distribución de humedad homogénea en el perfil del suelo, y así de ese modo se podría evitar el exceso de concentración de este elemento en la superficie.