Hace ocho mil años, los agricultores de Egipto descubrieron que al construir terraplenes y diques a lo largo del Nilo, podían atrapar las aguas crecientes para cultivar más. Este fue uno de los primeros sistemas de riego que se inventaron, pero no fue el último.
A lo largo del tiempo, ingenieros, agricultores y civilizaciones han diseñado algunos sistemas de riego bastante ingeniosos. Esto se debe a que el riego hace mucho más que ayudar a que los cultivos crezcan. También permite el mantenimiento de paisajes, la revegetación de suelos desérticos, reduce el polvo, ayuda a criar ganado y gestiona la eliminación de aguas residuales, la minería y el drenaje.
Estos sistemas de riego cruciales permitieron que las primeras civilizaciones crecieran y se desarrollaran aún más. En la actualidad, la agricultura de regadío cubre 275 millones de hectáreas (alrededor de 680 millones de acres) de tierra y representa el 40 % de la producción mundial de alimentos. Ahora tenemos sistemas de riego nuevos y más eficientes que colocan el agua exactamente donde más se necesita y solo vamos a mejorar.
via Interesting Engineering