Antes, el perfil del agrónomo era de un productor de plantas, orientado a la venta de conocimiento sobre la industria. Ahora, se enfoca en la toma de decisiones que direccionan un proyecto especializado sobre las necesidades requeridas en el tema de producción agrícola, es un profesional comprometido con su entorno. El especialista formula, planea y desarrolla proyectos agrícolas sostenibles; se prepara, se proyecta, se enfrenta a problemas relacionados con la producción y diseña estrategias de solución. Otra de las características que muestra esta profesión es la de implementar nuevos enfoques educativos al igual que nuevas estrategias para la competencia del mercado.
La agronomía, a diferencia de otras ramas de la ingeniería, debe resaltar en el campo de la investigación y del medio ambiente, así como llevar un orden en los procesos de producción, de comercio, y de gestión. No hay que olvidar que los avances tecnológicos han provocado la búsqueda de nuevos perfiles académicos que trabajen en la mejora de recursos naturales, en la regeneración de alimentos y en la inocuidad vegetal.
Algunas de estas nuevas características esenciales para los agrónomos de la nueva era en las que los expertos coinciden son:
Habilidades y aptitudes (valores):
Competencias técnicas:
El agrónomo de la nueva era es el que logrará unir el campo con la ciudad para poder afrontar las causas profundas de la migración, incluso evitarla; mejorará la productividad agrícola de forma sostenible para satisfacer la creciente demanda; tiene contacto y respeto por la naturaleza; pondrá su atención hacia el pasado usando los recursos tecnológicos para lograr que los sistemas alimentarios sean más eficaces, inclusivos y resilientes; para finalmente, mejorar las oportunidades de generación de ingresos en las zonas rurales.